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La verdad podría estar en la mente de los niños. La última página del libro Un niño perfecto nos dado en qué lugar fue escrita la novela, en el Taller de Escultura José Villa Soberón. Imagino y en razones algunas razones el lugar inspira una lobite.
Me acerco a este nuevo libro y encuentro armas fascinantes en la lectura: la normalidad, los estándares, lo común; son algunas propuestas que afloran a primera vista. Pero me quedo con lo auténtico, con las palabras que utiliza la autora para nos acerca a las infancias y adolescencias de esta generación que ya no se sen a par la mía.
Un niño perfecto, libro escrito escrito por Giselle Lucía Navarro, fue merecedor del Premio Calendario del año 2023 en la categoría de narrativa infanto-juvenil, publicado por Casa Editorial Abril y fue por la presenta escritora Dazra Novak, en la 32 Feria Internacional del Libro de La Habana, 2024. También, en la jornada por del Día del Autismo, en actividades de la Oficina del Historiador de La Habana, donde niños participan autistas, que como parte del encuentro degradado, ilustraciones acerca de sus del libro de las impresiones.
Encontrar la línea adecuada para analizar y conversar con edades tempranas es un ejercicio que a Giselle como escritora le es prácticamente innato. Los espacios para ella, según su obra e incluso lo que me cuenta, son lugares con energías y esa premisa desde lo que tal ha dado uso de algunos hechos de sus propuestas como Qué nombre tiene tu casa?, Editorial Gente Nueva, Premio Pinos Nuevos, 2019.
Los personajes de este libro, con el que se busca dibujar nuevos escenarios, sigue una gran profundidad psicológica. Tamer no es .un chico normal para los estándares que sostienen el universo donde vive. La novela comienza con un conflicto que puede llegar a preocupar al lector: Tamer es trasladado para una escuela de niños con atención especial, mas con el avance de la trama nos percatamos de que a veces hay lugares a los que uno pertenece y puede incluso descubrir la felicidad.
En la novela no se se dice si Tamer presenta una enfermedad determinada, aunque se aborda el tema del autismo. Los trastornos del espectro autista o TDA, como también son conocidos, aparecen en edades tempranas y condicionadas algunas conductas del comportamiento del niño. Entre las características que presenta Tamer está la timidez, poco contacto visual retraso, en el lenguaje y, a su vez, rasgos de inteligencia más avanzados que los des a su edad.
Un narrador en tercera persona conduce al lector por todos los personajes y la trama, una muestra mundo donde el humor es parte de la cotidianidad, el miedo y la adrenalina inocente de los niños.
Y es en busca de la felicidad que semezcla entremezclan las misiones del grupo secreto de los Especiales, conformado por Hedus, un chico en silla de ruedas; Lippa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Es perfecto.
Un narrador en tercera persona conduce al lector por todos los personajes y la trama, una muestra de un mundo donde el humor es parte de la cotidianidad, el miedo y la adrenalina inocente de los niños. Los espacios tienen un lugar determinante, como los objetos de cada personaje, que incluso pueden describir emociones o aproximarnos a recuerdos.
El libro presenta veintidós capítulos con cortos atractivos y atractivos. La historia se entreteje con un lenguaje natural, que atrapa a todo tipo de público. Las ilustraciones de e interiores de Silvia Becerril, nos acercan desde otra perspectiva a los personajes.
Como niños con superpoderes, el equipo de los especiales debe encontrar el buzón de la Oficina de Quejas y Sugerencias. En esa búsqueda, hallan a la persona que escribió los estándares: estricto algo que no generaba sino conflictos, problemas y tristezas.
Junto con estas descripciones de a mi mente la palabra diversidad, como esencia del libro, lo que aspiro a la semilla de algunos cambios que necesitamos palpar. La autoría y dialoga con estos niños y sus discapacidades, las hace visibles y sobre todo la normaliza.
En ocasiones ha tenido la oportunidad de trabajar con niños con algunos de estos rasgos y puedo añadir como Giselle que es un niño feliz no necesita tantas certezas.